Cuando piensas que el verano ha llegado a su fin, vuelves al asfalto, dices adiós a tu bronceado y comienzas a abrazar la rutina con resignación… de repente estás bajo el sol de Formentera nadando en las cristalinas aguas de una cala al singular ritmo que marca Sole Parody.
El SON Estrella Galicia Posidonia no es un festival, es otra historia. Es una experiencia completa y exclusiva que ha aunado música, gastronomía, naturaleza y secretismo en la isla de Formentera los días 6, 7 y 8 de octubre gracias a Sinsal, Save Posidonia Project y el Consell de Formentera.
Esta “experiencia” (llamarlo festival se quedaría corto) es un planteamiento único que presenta grandes innovaciones en lo que a festivales se refiere. Todo se aleja de las habituales tiendas de campaña, urinarios de plástico y jóvenes desfasados y se acerca al modelo de Festival Boutique, pero sin caer en una forzada sofisticación. Es un festival con grandes pretensiones, pero nada pretencioso.
Una de esas pretensiones es la de tener un impacto positivo en el entorno. La búsqueda de un modelo de turismo sostenible queda patente en el bajo número de entradas a la venta (sólo 300), de las que el 33% de su recaudación se destinará a Save Posidonia Project, una plataforma que fomenta el cuidado de la pradera de Posidonia, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y catalogada como el ser vivo más longevo del planeta con 100.000 años de edad.
La música y el disfrute se unen con la naturaleza y la ecología en unos paseos por los lugares más emblemáticos de la isla a los que se les ha dado el nombre de Walkabouts, basados en la mitología de los aborígenes australianos – que dice que en momentos de apuro, los patriarcas salen de la tierra, recorren el mundo y le cantan a las dunas, a las salinas, a la tierra, la montaña, los animales y las plantas – son pequeñas rutas guiadas por expertos locales que se convierten en mágicas gracias a los conciertos en formato acústico super reducido.
Pudimos ver a Christina Rosenvinge, The Partisan Seed y María Rodés en parajes como el Parque de Ses Salines y Sa Gavreta; a Sam Lee entonando canciones folclóricas escocesas en una cueva natural o a Sole Parody cantando a orillas del mediterráneo. Unos conciertos íntimos que te permiten acercarte a los artistas y conocerlos, y es que, ¿en qué otro festival puedes beber un vino con Viniccio Capossella en una hamaca o fumar un cigarro a la luz de la luna con María Rodés después de un concierto?
Las noches se tornan mucho más animadas, siendo la del sábado el plato fuerte. La actuación de La Dame Blanche consiguió hacernos vibrar a ritmo de hip-hop fusionado con cumbia y levantó a todo el mundo de su asiento para bailar al lado de esta cubana con aura de diva. Y aunque los ánimos se calmaron un poco con la actuación de Ibibio Sound Machine, casi todos continuamos bailando hasta la madrugada en el Blue Bar, donde se celebró el concierto, a orillas de la Playa de Migjorn.
Todas estas experiencias las vivimos con una gran sabor de boca proporcionado por la deliciosa e ilimitada Estrella Galicia y el tapeo nivel Estrella Michelín proporcionado por el chef Iván Rodríguez y el equipo de Coruña Cocina que acercaron a la isla pitiusa la exquisita gastronomía de las tierras gallegas.
Un fin de semana lleno de sorpresas, acción social, risas y ambientazo que los organizadores han calificado de “éxito rotundo”. Esperamos que este primer año marque el principio de una larga vida para el SON EG Posidonia.